Add parallel Print Page Options

36 No importa si es un león o un oso, tu siervo los mata. Y este filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales, porque ha provocado al ejército del Dios vivo.»

37 Todavía añadió David:

«El Señor me ha librado de las garras de leones y de osos, y también me librará de este filisteo.»

Y Saúl le respondió:

«Ve, pues, y que el Señor te acompañe.»

38 Entonces Saúl le puso a David su propia ropa, y le puso un casco de bronce sobre la cabeza, y lo cubrió con una coraza.

Read full chapter